Accidentes en carretera

Cualquiera creería que la principal causa de accidentes viales en carretera es el alcohol pero es falso. La principal causa es la velocidad, el exceso de velocidad. Y, como esas verdades que todos sabemos y que parecen un jarro de adorno, muchos creen que los anuncios que marcan el límite que no se debe rebasar son ornato. Pues, no.

El domingo pasado terminó con saldo rojo en la autopista México-Cuernavaca. Fueron tres accidentes a diferentes horas los que cobraron la vida de conductores de motocicletas. La velocidad fue la causa. Eso dicen los informes. El exceso cobra con la muerte. Es un precio muy caro para pagar la diversión.

Mi padre que es un experto en ingeniería de tránsito decía que además de la velocidad, este tipo de accidentes se dan por las diferencias entre los vehículos que circulan. En México, las combinaciones son letales. Hay desde tráilers de doble caja hasta ciclistas. Hay automovilistas y motociclistas. Todos conviviendo en un espacio pensado para conducir a límites de velocidad que se deben respetar, en el que la regla debiera ser la cortesía. No hay tal, se ha perdido.

Y, por alguna razón, todos se sienten dueños del camino. Los ciclistas salen a rodar con valentía y los traileros llevan sus cargas, los motociclistas y los conductores de vehículos van avanzando juntos. Vemos a ciclistas que van pedaleando solos por los carriles de alta velocidad sin ropa reflejante, a motociclistas que serpentean alegremente sobre la cinta asfáltica, chóferes de trailer que te avientan el vehículo y autos que corren rápidamente. Todos se sienten los dueños del camino.

Los dueños del camino se creen con el derecho de hacer lo que les de la gana en las autopistas y los excesos, los distintos intereses, las velocidades de crucero, la confianza exacerbada matan, mutilan y la vida no retoña. Unos salen a hacer ejercicio, otros a trabajar, otros a pasear. La combinación es muy peligrosa. Los choques y accidentes a muchos kilómetros por hora no terminan bien. Hay que regular, sí, urge, pero también hay que tener conciencia.

Una autopista no es un lugar para ciclistas porque son vehículos lentos y vulnerables. Los que manejan vehículos de carga deben tomar el volante cuando estén descansados. Los que van en motocicleta tienen que darse cuenta que una contingencia como una mancha de aceite o una piedra los pone en riesgo fatal, un auto que no sabe las reglas de las autopistas es un arma mortal.

Esas son las variables perfectas para causar accidentes que se traducen en situaciones que arrebatan la salud y la vida, incluso cuando los que van manejando están sobrios.

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