Agua destilada

Miguel Ángel Yunes Linares entró a paso firme a ocupar la silla del gobernador del estado de Veracruz. Su predecesor pasará al recuerdo como uno de los rateros más voraces que ha habido en la Historia. No es difícil sentir antipatía por Javier Duarte de Ochoa, un mequetrefe que se volvió loco y desfalcó las arcas del Estado con el único fin de enriquecerse. Sin embargo, la cosa se vuelve explosiva cuando nos enteramos que durante su gestión, niños enfermos de cáncer recibieron tratamientos de salva, los medicamentos estaban alterados.

Nos enteramos, no por un rumor o un chisme de mala entraña, fue el propio Gobernador en funciones quien nos hizo saber que estas criaturas fueron tratados con agua destilada en vez de con medicina adecuada. Evidentemente, si Duarte de Ochoa nos parecía un ser despreciable, después de conocer semejante novedad, se transformó en un monstruo que emergió del último círculo del Infierno.

Pero, ayer la Cofepris nos notificó que no hay evidencia de ningún tipo de agua destilada como tratamiento usado contra el cáncer en niños veracruzanos. Entonces, se nos arruga la cara y se nos nubls en pensamiento, ¿qué pasó? De inmediato, brota la desconfianza y empezamos a sospechar en todos sentidos. Alguien está falseando las cosas y quisieramos saber quién. ¿Será posible que la Cofepris le esté cubriendo las espaldas al exgobernador o será que Yunes Linares se fue en banda y habló de más?

Ambas posiciones parecen poco probables. No obstante, están sucediendo. Son posiciones encontradas y en medio de ellas habita la verdad. Puede ser que el agua destilada sea una metáfora utilizada por el actual Gobernador de Veracruz. Tal vez, la Cofepris detectó que la irregularidad existe, pero no tal cómo se dijo. Es posible que haya un problema, pero no de las proporciones descritas. A lo mejor, nos están dorando la píldora.

Lo cierto es que la salud es un asunto serio que requiere respuestas concretas y objetivas. Me gustaría saber, en última instancia, si los niños fueron atendidos como es debido, lo demás no deja de ser, lo de menos.